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La ciudad de Longmont puede ayudar a reducir los impactos producidos por las operaciones con petróleo y gas y sus emisiones mediante un mejor monitoreo y el cumplimiento de las normas en dichas actividades.
Ya no hay instalaciones activas de petróleo y gas dentro de los límites de la ciudad, y la ciudad no posee autoridad legal para exigir el arreglo de fugas u otras reparaciones vinculadas a las operaciones de petróleo y gas. No obstante, la ciudad sí cuenta con un programa continuo, el cual monitorea 28 sitios por la presencia de contaminantes ambientales relacionados con el petróleo y el gas e incluye el muestreo del aire, aguas superficiales y aguas subterráneas.
Todos los pozos de petróleo y gas perforados dentro de la ciudad han sido cerrados y tapados.
La Ciudad de Longmont colaboró con el condado de Boulder para oponerse a la perforación de
los 16 pozos horizontales de petróleo y gas al sur de la ciudad. En 2023, la compañía de petróleo y gas retiró su solicitud de excavar los pozos y comenzó el cierre de la plataforma de extracción prevista.